miércoles, 24 de abril de 2013

Twin Peaks

¡¡Sí señor!!

Me he tragado en pocos días esta serie noventera mítica, dirigida por David Lynch y Martin Frost. No son muchos capítulos, y creo merece la pena perder algo de tiempo en verla. Es, a falta de otras palabras mejores, diferente

El brazo de la ley de Twin Peaks: el agente del FBI Cooper en primer plano, el sheriff Truman junto a él, "Hawk", el agente indio especializado en rastreo a continuación, y al fondo el médico del pueblo: el respetable Dr Hayward.
Desayunos diarios en la oficina del sheriff
Sin guión lineal, tiene como punto destacable y brillante la fuerte carga psicológica y la forma onírica y surrealista que tiene Dale Cooper (protagonista, agente del FBI) de enfocar la vida. Confía plenamente en su intuición y sus sueños, haciendo que estos determinen, incluso, cómo resolver una investigación por asesinato. El hecho de que ninguno de los otros personajes principales cuestione estos métodos, tomándolos como vías tan serias y válidas como cualquier otra, hace que nosotros (espectadores) las asumamos sin darnos cuenta como una parte tan natural de la vida como tomar un café. Y así, lo real y lo onírico pierden su frontera divisoria y se mezclan completamente, pasando a formar parte del mismo plano, de la misma realidad.  

Una visión. ¿Porqué no?
La difunta Laura Palmer, el enano que baila y el agente Cooper en onírica reunión.
La serie empieza con un objetivo claro: encontrar al asesino de Laura Palmer. Sin embargo, después transcure por diversos derroteros. He de decir que los capítulos de mitad de la segunda temporada pierden fuelle, justo tras resolverse el asesinato, hasta que el argumento vuelve a encauzarse. He leído que en este punto ambos directores tenían otros proyectos y dejaron la serie en manos de varios guionistas. Pero no desesperarse: conforme se acerca el final, la trama vuelve a coger carrerilla. 

¡Sorpresa! David Duchovny (Fox Mulder en Expediente X) tiene un papel caracterizado de mujer.
Cuenta  personajes principales tan pintorescos como encantadores, definidos y enteros, y está llena de sucesos en segundo (¡a veces incluso en primero!) plano ridículos y/o grotescos que acaecen a la par que diálogos completamente serios, convirtiéndolos en formalmente estrafalarios. También cuenta con una buena cantidad de personajes inquietantes en el más puro sentido de la palabra, y situaciones y diálogos a lo largo de la serie que invitan a la especulación y la sospecha.

Lady Leño se encargará de interpretar para nosotros lo que su querido leño con dos ramas por bracitos desea contarnos acerca de cosas que pasan o pasaron en los bosques y que nadie más pudo ver.
He leido que la serie es considerada "de culto" a día de hoy, y no me extraña: rompe todos los esquemas de lo que se hacía en aquella época (y creo que también los de ahora, por lo poco que veo la TV hay muy poca innovación o atrevimiento). También comentan que fue en parte la precursora de Expediente X, supongo que por los acontecimientos paranormales, los hechos sin resolver y los agentes de la ley metidos en el ajo de lo paranormal. Como curiosidad, arriba os dejo una imagen del (posterior) agente Fox Mulder de Expediente X, que también hace de agente del FBI en Twin Peaks, si bien de un agente un tanto particular... :)

Y aunque me apena haber terminado de ver la serie, para mi regocijo también hay una película "Twin Peaks: el fuego camina conmigo", que ya tengo descargada y que pienso ver en breves.

Las lechuzas no son lo que parecen.