jueves, 1 de septiembre de 2011

Pues ya está... increíble, pero cierto.

Siempre me he considerado una persona afortunada. No se si me considero afortunada porque lo soy, o lo soy porque es mi forma de afrontar la vida, pero el resultado es el mismo.

Hoy hace exactamente doce días que llegué a Edimburgo. Ya estoy instalada.

Cuando pagué el College me subieron el nivel y me dejaron en la preparación al First Certificate.

Dean Village (Edinburgh)
El cuarto día de llegar tuve una entrevista y una solicitud de entrevista para unos días más tarde. En la primera no me cogieron (y tampoco me gustó, así que me alegro jaja),  de la segunda aguanté una hora de entrevista, con un inglés y después con un escocés. Al día siguiente me llamaron para un día de prueba. El lunes acompañé a María al aeropuerto, fui al albergue a arreglarme y fui para allá a comerme el mundo. Desastroso. En persona mas o menos, pero al teléfono... no me enteraba de nada. A las dos horas me dijeron que podía irme a casa, que ya me dirían si me cogían. Pensé que estas cosas siempre sirven para curtirse; la próxima vez lo haría mejor. Una hora después me llamaron para decirme que empiezo el lunes que viene.

Highland cow comiendo de mi mano jaja
La semana pasada vi unos cuantos pisos, esta semana todavía alguno más. Ayer decidí que tenía que escoger uno YA. Tenía cuatro citas. La primera me la cancelaron, la segunda la cancelé yo al comprobar que la ubicación me quedaba fatal. Al final vi dos pisos. El último, el mejor que he visto hasta el momento. Entro a vivir mañana.

Solo me queda la cuenta bancaria, que no había problema en abrir pero me cobraban mucho al mes por no tener residencia en UK. La del banco me dijo que en cuanto tuviera el contrato, fin del problema, así que mañana iré a abrirla.

A sacarme el National Insurance Number, me ayuda mi jefe el lunes (tambien me ayudaba para la cuenta bancaria, pero fui a ver si podía hacerlo por mí misma), aunque al fin y al cabo es sólo llamar para concertar cita.

Así que a doce días de mi llegada, tengo trabajo, piso, me encanta la ciudad, la gente y el paisaje, mi madre llega mañana a visitarme y no tengo que meterla en el hostel con 16 camas (no lo veía claro jaja)... ¿Pueden ir mejor las cosas? :) Solo me falta mi niño...


Lo sé, soy una persona afortunada :) ¡¡¡Pero hay que persistir para serlo!!!

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